El arte tiene el poder de ayudar a las personas a sanar. Las investigaciones demuestran que el arte puede crear un ambiente acogedor, reduciendo la presión arterial y la frecuencia cardíaca, así como reduciendo el dolor y la ansiedad.

"Básicamente, el arte puede sacarte de tu cabeza por unos momentos y hacerte pasar un rato más fácil con lo que sea que estés pasando", dijo Lauren Rabb, cocuradora del Programa de Arte Sanador del Centro Médico de Tucson.

Desde su creación en 2014, el Programa de Arte Sanador ha exhibido más de 2,000 piezas en las paredes de las oficinas de TMCOne del Centro Médico Tucson, el Hospital Benson y los campus de salud de Rincón y El Dorado.

"Todo el arte es donado", dijo Rabb. "Es un gran esfuerzo comunitario. Somos muy afortunados de que TMC lo haya adoptado".

Angela Pittenger, especialista sénior en comunicaciones de TMC, donó sus obras de arte en 2020 durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. Tres pinturas al óleo sobre lienzo con una superfloración de flores silvestres moradas y amarillas se exhiben en la intersección de los salones Drachman y Shropshire dentro de TMC.

"Estaba oscuro y sombrío, y todo se estaba cayendo a pedazos", dijo Pittenger. "Tuve la oportunidad de hacer algo positivo al donar estas piezas y formar parte del Programa de Arte Sanador".

Todas las obras de arte adquiridas por el Programa de Arte Sanador tienen calidad de galería y el comité de adquisiciones de arte las revisa cuidadosamente para garantizar que se alineen con la misión del programa de mejorar la atención al paciente.

Mientras el arte cuelga de las paredes del hospital, los pasillos a menudo se llenan de música en vivo. Varios músicos tocan para los pacientes y el personal como parte del Programa de Arte Sanador.

"Ha sido la experiencia más increíble y que me ha cambiado la vida", dijo Katie Baird, músico y coordinadora de eventos especiales de TMC.

Baird toca su viola junto a las camas de los pacientes, en las estaciones de enfermería y en los vestíbulos. Ella acepta pedidos, interpretando de todo, desde piezas clásicas hasta bandas sonoras de películas como Star Wars.

"Poder tocar para personas reales, sin importar la música que toque, es extremadamente sanador para mí", dijo Baird. "Me ha permitido ver que el arte de cualquier persona puede marcar la diferencia".

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